invitación!

Frente

Dorso

Variaciones eléctricas

Las imágenes de Ariel Tenorio son imágenes de un rockero de ley. Entre las chorreaduras de colores vibrantes emergen siluetas de guitarras y bajos eléctricos, dibujados con un trazo seguro. Clavijeros, diapasones y curvas de instrumentos desfilan frente al ojo. Son fragmentos, pedazos enfocados por la cámara que se acerca de repente. El conjunto marca un ritmo aunque es difícil precisar si las guitarras se mueven o nos movemos nosotros. Las formas se vuelven escurridizas, se mezclan con el fondo, ¿figura o fondo?, ¿la banda o el solo?

La técnica de la monocopia, como su nombre lo indica, permite obtener una sola copia. Se copia una imagen que se construye y destruye sobre una plancha de acetato. No se pueden obtener dos copias idénticas. Y de eso se trata. Las obras de Ariel versan sobre un mismo tema, pero nunca es repetición de lo mismo, en cada obra introduce una variación. Los diluyentes corroen la tinta, abren el color saturado para generar texturas y luces. Algunas obras poseen el clima de un clásico lento con su atmósfera romántica, mientras que otras, con la estrella recortada y las salpicaduras veloces, nos remiten a un sonido eléctrico y furioso. Una búsqueda por representar la intensidad de una música que distorsiona hasta acoplar.

Ariel encara la hoja para contarnos algo, hacernos reír o emocionarnos. Imagen y rock. Una guitarra brillante colgada de los hombros, la estampa adecuada en la remera o un fotograma de videoclip, ¿quien no soñó alguna vez con ser una estrella de rock? Para los que se probaron unos pantalones chupines o se batieron un poco los pelos mirando desafiante al espejo, estas obras pertenecen a ese ritual de identidad, que solo podía recrear un apasionado de la música y un artista incansable.

Lic. Mariana D. Luterstein

Febrero 2009